Días en la universidad.

Elena Collado

A menudo me pregunto si en realidad estoy haciendo lo correcto. Eso de despertar todos los dí

as a las 5 am para tomar una ducha arreglarme y bajar a desayunar; Ya es algo cotidiano para mí. En realidad mi día comienza cuando pongo un pie dentro de la universidad y veo todos caminar por los pasillos. Yo camino por el mismo de siempre para llegar al edificio D, subir la escalera hasta el último piso y entrara a la misma clase de todos los miércoles de la misma hora en este cuatrimestre. Sin embargo, debo mencionar que esta clase en lo particular no es mi favorita ya que el profesor no es de mi agrado. La verdad siempre encuentro una tanto aburrida su clase y es ahí cuando más me pongo a pensar si en realidad requiero de estar presente en esta clase.

Comienzo a escuchar y todo bien, voy entendiendo los temas pero finalmente siempre hay algún comentario que se escucha en la clase y hace que yo misma muestre desinterés. Me empiezo a sentir ajena al grupo y comienzo a pesar a la defensiva de lo que el profesor expresa en clase. Es decir, siempre pienso algo totalmente distinto, lo cual que hace entrar en conflicto.

Pero al final de la clase decido tomar lo bueno que llego a considerar que lo es y me fijo en lo que no quiero ser o hacer para. Pienso que en realidad estoy estudiando esta carrera porque hay otras cosas más significativas que voy a lograr. Así mismo me hace recordar lo insistente que debo ser con todo aquello que quiero tener.

Por último, me levanto de ese asiento para salir del salón, regresar a casa y ver a mi familia, mis perros y continuar con todo lo que tengo planeado.

Pues solo es un día en la universidad, siempre hay más.