Nuestro momento, nuestra canción.
- Nem Culture
- 25 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Crónica por Elena Collado
Enrique Bunbury comenzo a presentar a “Los santos Inocentes y dijo “En el saxo el es Santi del Campo”- mientras todos gritábamos. Después, “En el motor de la maquina, en la batería el se llama Ramón Gacias. Quino Bejar en la percusión; En el bajo Robert Castellanos; Alvaro Suit en la guitarra eléctrica; Y en la guitarra Jordi Mena.” Aun seguíamos gritando y aplaudiendo para ellos. En seguida Bunbury volvió a hablar y dijo “Y a todos ustedes les vamos a pedir, que les queremos lo más cerca posible. Con esta canción nos vamos a despedir”. Bunbury camino por el escenario mientras que el publico y yo nos movimos de nuestros lugares. ¡De hecho yo camine entre las demás butacas hacia el escenario pero ya había bastante gente. En seguida mi madre me dijo que me quedara atrás, pero yo me subí al asiento de una butaca. Después de estos tres minutos EB y su banda comenzaron a tocar la canción y de inmediato note que esta era “Maldito duende”. Todos gritamos de la emoción y cantamos en unisono muy eufóricos, moviéndonos de un lado a otro y alzando las manos algunos de nosotros. Después por la emoción subí mis pies al respaldo de la misma butaca y solo sentí como mi madre me agarraba de las piernas para sostener el equilibrio. Bunbury comenzó a moverse por el escenario; Camino hacia su lado derecho y se acerco a lagunas personas. Después se agachó y las agarro de las manos, canto para ellos y con el micrófono les decía que cantaran junto con el. Minutos después se paro y regreso al centro del escenario, se quedo ahí como por dos minutos y camino ahora para su lado izquierdo. En ese instante bajo las escaleras del escenario y se dirigió donde nos encontrábamos. Dos hombres del staff lo cargaron en sus hombros mientras quienes estábamos ahí nos acercábamos cada ves mas. Yo solo sentía como mas y mas gente se acercaba y que en cualquier momento me podría caer, sin embargo no me importo y ahí me quede, arriba de la butaca. Todos cantábamos aun mas eufóricos y muy emocionados de tenerlo tan cerca. En realidad yo estaba a la misma altura que el, empece a cantar muy emocionada; en una mano tenia el celular grabando y con la otra solo la estiraba para poder alcanzarlo. No se como fue que paso pero Enrique puso su mirada en mi y se empezó a reír con migo, mientras cantaba seguía sonriendo, pero solo me miraba y sus ojos brillaban. Estiro la mano hacia mi al igual que yo intentando tocar la suya. En ese momento no pude aguantar y se me salieron algunas lagrimas y mientras esto sucedía Bunbury solo me miraba curiosamente pero al mismo tiempo seguía sonriendo y cantando para todos. Continuo la canción y no solo yo estaba muy feliz de disfrutar el momento, los demás estaban muy emocionados y se veían sus caras la felicidad de estar ahí. Finalmente termino la canción y regreso de nuevo al escenario, mirando hacia donde había estado y señalando con gesto de felicidad. Miro a los demás lados y dijo “Gracias mi querido México”.
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